En diferentes culturas a través de los tiempos, se ha llegado a proponer que somos parte de un todo, aún en nuestras culturas mesoamericanas como hoy las clasifican, no existía un concepto de separación y se concebía la existencia del universo como una unidad en la cual todos sus elementos están estrechamente vinculados interactuando y afectándose unos a otros, en algunos casos como el racionalista holandés contemporáneo del francés Descartes, Baruch de Spinoza, veía a Dios en todas las cosas,  de allá el concepto del panteísmo, de pan todo, y de  teus dios, de ahí parte también otras ideas como la de la retribución, es decir como todo es parte del todo, lo que te hago a ti me lo hago a mi mismo, lo que le hago al mundo me lo hago a mí mismo, o la ley del karma,  sea como fuere es un hecho innegable que el mundo que es la realidad en que vivimos es ni más ni menos que el reflejo de la sociedad, y nuestra realidad reflejo de nuestra individualidad , si dejáramos de comportarnos de manera egoísta y todos nos procuramos del bien de los demás, este mundo sería de nuevo el paraíso, por eso hermanémonos con el aire, con la tierra con las plantas y con todo aquello que tiene vida, pero sobre todo con la humanidad.